Las tartas son una de las recetas más versátiles de la cocina porque son fáciles de hacer y los rellenos pueden ser muy variados y aptos para todos los gustos. Hoy te contamos cómo hacer tarta de acelga. El paso a paso de la famosa pasculina, en su versión más rica y saludable para disfrutar en familia.
Son muchas las opciones a la hora de hacer una tarta de acelga. Podés probar una pascualina cremosa, con sabores suaves o intensos, o versiones más livianas y con menos calorías.
Podés optar entre hacer la tarta con masa casera o elegir las tapas para pascualina que ya vienen elaboradas. Entre ellas, las opciones de tipo de masa son varias: criolla que es más la parecida a la masa casera o podés elegir la masa de hojaldre, que es más aireada y crujiente. Para que puedas hacer la masa casera, te compartimos la receta para la masa para la tarta de acelga y sorprendas a tus invitados.
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La tarta de acelga es una receta perfecta porque se puede comer de muchas maneras distintas, y podés elegir entre convertirla en el plato principal o combinarla con otros alimentos para que sea un acompañamiento o una entrada. Anotá todos los tips:
Ingredientes para la masa
Ingredientes para el relleno
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Preparación de la masa
Lo primero que tenés que hacer es mezclar el aceite con la leche, la sal y la pimienta. Luego, esparcí las 2 harinas en la mesada y hacé un pequeño hueco en el centro. Volcá los líquidos y comenzá a unir todos los ingredientes. Una vez que se unieron, amasá con energía por 10 minutos.
Una vez que tengas una masa lisa y suave, dejala descansar por 15 minutos con un poco de harina por encima y tapada con un repasador para que no se seque.
Pasado ese tiempo, estirá la masa con un palote hasta darle forma redondeada. Reservá en una placa para horno apenas aceitada para que no se pegue. Tapala hasta que esté listo el relleno.
Para preparar un delicioso relleno para la pascualina de acelga, lo primero que debés hacer es lavar muy bien las hojas con abundante agua. Cortale las pencas y reservalas, ya que pueden servirte para otra receta. Mientras preparás el relleno, colocá en un jarrito a hervir los huevos.
Cortá y picá muy chiquita la cebolla, el morrón y el ajo. Mientras tanto, en una sartén poné a calentar el aceite de oliva y rehogá la cebolla y el morrón.
Luego, incorporá las hojas de acelga cortadas y el ajo picado. Revolvé unos pocos minutos hasta que las hojas tomen temperatura y sabor a las verduras picadas.
Tené en cuenta que el volumen del relleno suele reducirse porque la acelga suelta su jugo y reduce su tamaño. Luego, retirá del fuego la sartén y agregale el queso rallado, la crema y los 2 huevos duros picados. Salpimentá a gusto. No te olvides de rallarle nuez moscada, ya que es el condimento que le da el sabor típico a esta tarta.
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Colocá la mezcla de las acelgas sobre la tartera y doblá todos los bordes de la masa hacia el centro para que contenga el relleno. Recodá que esta es una tarta de acelga sin tapa con una sola masa. Pero, si preferís que quede el relleno más protegido, podés colocarle la tapa de arriba.
Colocale unos cubos de queso hundiéndolos un poco para que queden dentro del relleno. Llevala al horno a 200 °C por un tiempo de 20 a 25 minutos hasta que la masa esté bien cocinada y ligeramente doradita.
Para hacer una tarta de acelga mucho más liviana tené en cuenta los siguientes consejos:
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Algunas personas desechan las pencas de la acelga porque pueden ser un poco duras o muy fibrosas, mientras que otras personas las utilizan dentro del relleno de la tarta. Hoy te contamos otra versión para preparar las pencas de acelga y no tirar nada.
Ingredientes
Preparación
Lo primero que tenés que hacer es lavar bien los tallos de la acelga, cortarle el extremo y tirar fuerte para retirar un poco las fibras del tallo.
Cociná las pencas en una olla con sal, laurel y vinagre blanco. Mientras se cocinan los tallos, picá los dientes de ajo y mezclalos con aceite de girasol. Cuando las pencas estén frías, rocialas con el ajo y aceite y guardalas en un frasco esterilizado o en un tupper.
Al momento de comerlos podés colocarles algunas gotas de limón. Son ideales para acompañar una porción de pollo o carne.
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